Allison Yeh
La película, La Ciudad (1999), de David Riker es sobre las vidas de los inmigrantes latinoamericanos en Nueva York y los desafíos que ellos afrontan afuera de su casa y de su familia, y cuando entran una ciudad grande, llena de posibilidades sino dificultades también. La estructura del cine con cuatro viñetas de vidas diferentes dentro de la ciudad está útil para contar una historia entero de las experiences de los inmigrantes. Mientras los viajes son diferentes, como los hombres en la calle que imploran a conductores en los carros para trabajo o el titiritero que se da cuenta que sus oportunidades como un inmigrante sin casa no sienta bien a su hija que debe ir a la escuela, cada viñeta tiene un sentido del pasado, que han abandonado, y un sentido del futuro, como la esperanza para todo será bien, que sus vidas mejorarán es el motivo que avanza cada personaje en su trama.
Es importante a notar que los actores en esta película son pocos profesionales y aunque los actores probablemente no tuvieran la misma experiencia de sus personajes, sufrieran algo similar. También el uso de pocos profesionales en La Ciudad refuerza el género de neorealismo que significa una interpretación de la realidad. Además del realismo, el contenido tiene un sentido inmortal y muestra que esta realidad es una historia continuada de la comunidad. Por ejemplo, la barrera lingüística, la falta de trabajo, o la idea de comunidad dentro una ciudad grande, aún existen hoy en Nueva York. La película sugiere que los conceptos como la necesidad para seguridad y el miedo de ser fracasado aparecen en las vidas cotidianas también, y pueden ser sentimientos universales del inmigrante latinoamericano. Por eso, La Ciudad sirve como no sola una obra visual, sino también como una voz para las personas marginales en Nueva York.
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